Todos en la vida tenemos a una gran persona a nuestro lado a la cual llamamos como "mejor amiga/o". Debo confesar que a la quien hoy llamo así fue la la que alguna vez no me cayo para nada bien, que se fue metiendo en mi vida, o mas bien, yo a la de ella convirtiéndonos en algo inseparable; y juntas poco a poco construimos la linda amistad que ahora tenemos.
Siempre hemos vivido muy cerca, así que yo la distinguía. Comenzamos a estudiar juntas desde quinto de primaria, en ese tiempo era solo algo de simples compañeras pero recuerdo que ella siempre me invitaba a todas sus fiestas. Durante los siguientes años tuvimos varios inconvenientes con diferentes personas, el que mas recuerdo fue cuando se acabo el poco trato que tenia con ella y una linda amistad con Nathalia, una amiga nuestra.
Realmente ese problema fue difícil de superar. Pasó mas de un año y ellas dos decidieron acercarse y pedirme disculpas, aclarando lo que había pasado, y confieso que no fue nada fácil aceptar esa disculpa, estaba totalmente triste y lo único que sentía era no querer verlas y pensar que eran para mi unas simples desconocidas. Aun así tomé la decisión de aceptar y dejar todo en el pasado, pues todos sabemos que guardar rencor hace mucho daño a nuestro corazón.
Un día cualquiera, estando ya en grado noveno, terminando la jornada de clase tuvimos un conversación muy amena, la cual decidimos continuar al día siguiente. Así pasaron los días, hablando y conociendo mas sobre nuestras vidas; tan bien la estábamos pasando que al salir de clases seguíamos juntas para realizar nuestras tareas y los fines de semana para cambiar un poco la rutina. Ella no pasaba por un buen momento en su vida y el apoyo que encontró en mi hizo que nuestra amistad tuviera fuerza desde un principio. Desde aquel día comenzó el lado bonita de esta historia.
Siempre me decía que al finalizar el año se iría a vivir a Bogotá, pero como de costumbre se había vuelto,siempre volvía a continuar sus estudios aquí, con la misma frase: "este año si me voy". Ahora recordar esos momento son realmente divertidos porque justamente fue en la ciudad de Palmira donde culminó sus estudios y nunca en Bogotá, como nos dijo siempre. Por esta razón, el primer día de clases al comenzar el nuevo año, esperábamos su llegada.
Hemos compartido muchos momentos juntas, incluso los mas importantes de nuestras vidas, como nuestra graduación, el viaje a San Andrés, ser las únicas del colegio beneficiadas con la beca de ser pilo paga, entrar a la misma universidad y como si fuera poco, estar en la misma carrera. Actualmente vivimos juntas en Cali. Sin duda son momentos realmente especiales que llevan consigo la compañía de mi gran amiga, a la que puedo agradecerle por su apoyo, su tiempo, enseñanzas, y los recuerdos que me permitieron contar un poco de esta historia.
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